Las poblaciones de orangutanes que viven en hábitats diferentes de la selva desarrollan y transmiten sus propios conocimientos de unos a otros -y entre distintas generaciones- de una manera similar a la forma en la que los humanos transmiten su cultura.
Estos animales, asegura un equipo de antropólogos de la Universidad de Zurich (Suiza), tienen la capacidad de aprender socialmente y, por tanto, de crear su propia cultura y 'pasar' estas lecciones a las generaciones venideras.
Pero no estaba claro, señalan los investigadores, si las diferencias de comportamiento entre diferentes poblaciones se debían al aprendizaje social -lo que indicaría una cultura propia- o a otros motivos, como factores genéticos o el medio ambiente.
El estudio señala que los expertos analizaron el comportamiento de estos animales -durante más de 100.000 horas- y crearon el perfil genético de 150 orangutanes salvajes. A partir estos datos, midieron las diferencias entre los hábitos de distintas poblaciones y demostraron que la transmisión cultural juega un papel determinante en la estructura social de cada población.
La novedad del estudio es que "gracias a la magnitud de información de la base de datos se han demostrado los factores que provocan distintos patrones de comportamiento entre unas y otras poblaciones", explica Carel van Schaik, coautor del estudio.
Los resultados sugieren que los animales también tienen la capacidad de aprender socialmente y transferir sus conocimientos, lo que evidencia que la cultura en los seres humanos y los grandes simios puede tener las mismas raíces evolutivas.
Esta interpretación 'cultural', señala el responsable del estudio, Michael Krützen, "se aplica a los orangutanes de la misma manera que podemos esperar de la cultura humana".
Estos animales, asegura un equipo de antropólogos de la Universidad de Zurich (Suiza), tienen la capacidad de aprender socialmente y, por tanto, de crear su propia cultura y 'pasar' estas lecciones a las generaciones venideras.
Pero no estaba claro, señalan los investigadores, si las diferencias de comportamiento entre diferentes poblaciones se debían al aprendizaje social -lo que indicaría una cultura propia- o a otros motivos, como factores genéticos o el medio ambiente.
El estudio señala que los expertos analizaron el comportamiento de estos animales -durante más de 100.000 horas- y crearon el perfil genético de 150 orangutanes salvajes. A partir estos datos, midieron las diferencias entre los hábitos de distintas poblaciones y demostraron que la transmisión cultural juega un papel determinante en la estructura social de cada población.La novedad del estudio es que "gracias a la magnitud de información de la base de datos se han demostrado los factores que provocan distintos patrones de comportamiento entre unas y otras poblaciones", explica Carel van Schaik, coautor del estudio.
Los resultados sugieren que los animales también tienen la capacidad de aprender socialmente y transferir sus conocimientos, lo que evidencia que la cultura en los seres humanos y los grandes simios puede tener las mismas raíces evolutivas.
Esta interpretación 'cultural', señala el responsable del estudio, Michael Krützen, "se aplica a los orangutanes de la misma manera que podemos esperar de la cultura humana".
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1 comentario:
impresionante realmente. Me encanta lo que haces, que enseñes la maravilla animal una asombrosa cración, cada día realmente al ver cada criatura, puedo observar el hermoso regalo que se nos ha dado, y debemos cuidarlo, lástima que no todos opinemos igual, hay quienes incluso pretender acabar con especies no solo animales sino vegetales lamentablemente, espero algún día se pueda tomar conciencia de este respecto, espero poder ayudar en lo posible, y me agrada contar con el apoyo de personas que día a día ariesgan su vida para salvar nuestro planeta, un agradecimiento a todos ellos.
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