ASCEL, Ecologistas en Acción, Fapas, SECEM y WWF han mostrado su preocupación porque el número de lobos aparecidos muertos por venenos o furtivismo se ha triplicado respecto al año anterior, de acuerdo a los datos oficiales dados a conocer por la Junta de Castilla y León.
Por ello, estos reclaman a la Junta, según un comunicado, la aprobación inmediata del Plan Regional de lucha contra el veneno y la intensificación de medidas de protección a la ganadería, así como la puesta en marcha de un plan de acción para prevenir y erradicar el furtivismo.
Los grupos conservacionistas han constatado que, de acuerdo con los datos ofrecidos por la propia Junta, el número de manadas "ha sufrido un descenso del 13 por ciento respecto al año pasado", descenso que coincide "con el incremento de la mortalidad no natural" (venenos, lazos, furtivismo), que se ha triplicado en un solo año.
Dada la proporción de ejemplares envenenados, las ONG consideran que la dimensión del problema "es mucho mayor", ya que esta práctica ilegal también está afectando a otras especies protegidas, como el oso o más recientemente el águila imperial ibérica.
Por ello, consideran "fundamental" que la Junta apruebe de inmediato el Plan Regional de Lucha contra el veneno, en fase de información pública desde el pasado mes de mayo. También solicitan que ponga en marcha medidas urgentes, como la creación de patrullas especializadas o la aplicación de un riguroso régimen sancionador que contribuyan a erradicar el problema.
De igual forma, sostienen que la administración regional debe activar un plan específico para combatir el furtivismo en las áreas más conflictivas, creando patrullas especializadas, tal y cómo se hace en otras zonas para controlar los daños causados por los lobos.
En consecuencia, exigen que el cupo de lobos a cazar mediante caza deportiva (y que se ha mantenido igual que en años anteriores), responda "realmente" a la dinámica de la población, lo cual supone tener en cuenta este repunte de la mortalidad no natural y el número de lobos abatidos en años anteriores.
Por ello, estos reclaman a la Junta, según un comunicado, la aprobación inmediata del Plan Regional de lucha contra el veneno y la intensificación de medidas de protección a la ganadería, así como la puesta en marcha de un plan de acción para prevenir y erradicar el furtivismo.
Los grupos conservacionistas han constatado que, de acuerdo con los datos ofrecidos por la propia Junta, el número de manadas "ha sufrido un descenso del 13 por ciento respecto al año pasado", descenso que coincide "con el incremento de la mortalidad no natural" (venenos, lazos, furtivismo), que se ha triplicado en un solo año.
Dada la proporción de ejemplares envenenados, las ONG consideran que la dimensión del problema "es mucho mayor", ya que esta práctica ilegal también está afectando a otras especies protegidas, como el oso o más recientemente el águila imperial ibérica.
Por ello, consideran "fundamental" que la Junta apruebe de inmediato el Plan Regional de Lucha contra el veneno, en fase de información pública desde el pasado mes de mayo. También solicitan que ponga en marcha medidas urgentes, como la creación de patrullas especializadas o la aplicación de un riguroso régimen sancionador que contribuyan a erradicar el problema.
De igual forma, sostienen que la administración regional debe activar un plan específico para combatir el furtivismo en las áreas más conflictivas, creando patrullas especializadas, tal y cómo se hace en otras zonas para controlar los daños causados por los lobos.
En consecuencia, exigen que el cupo de lobos a cazar mediante caza deportiva (y que se ha mantenido igual que en años anteriores), responda "realmente" a la dinámica de la población, lo cual supone tener en cuenta este repunte de la mortalidad no natural y el número de lobos abatidos en años anteriores.
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