Los elefantes, como los humanos y algunos primates, se ayudan entre sí para conseguir su objetivo. Lo han demostrado investigadores británicos, estadounidenses y tailandeses gracias a un experimento en el Centro de Conservación de Elefantes de Lampang (Tailandia).
Los paquidermos, en este caso elefantes asiáticos, tenían que trabajar en equipo para conseguir una recompensa en forma de comida. Así, tenían que tirar de forma coordinada de los extremos de dos cuerdas con sus trompas para obtener su premio.
El trabajo demuestra que cuando uno de los paquidermos se retrasaba, su compañero lo esperaba hasta que tiraban juntos de la cuerda. Porque era la única manera de comer.
"No solo aprendieron que necesitaban un compañero para conseguir la comida, sino que también necesitaban que actuara para lograrla", explica Joshua Plotnik, autor principal del estudio e investigador de la Universidad de Cambridge.
Pero más allá de esperarse, o de tirar de forma coordinada de las cuerdas, los paquidermos descubrieron distintas estrategias para conseguir la comida: uno de los ejemplares, un macho de cinco años, advirtió que si pisaba la soga y su compañero tiraba, los dos recibían el premio.
Esta investigación demuestra que estos mamíferos son mucho más inteligentes de lo que se pensaba, e incluso revela que han desarrollado comportamientos típicos de primates como los chimpancés y bonobos.
Este nivel de cooperación "es comparable al de los chimpancés en algunas ocasiones", afirma Plotnik. Por ahora, "estamos entusiasmados con los resultados, pero tenemos que seguir investigando para comprender mejor su inteligencia", añade.
Sobre todo porque los investigadores no saben si la cooperación fue intencionada o si los paquidermos habían actuado de forma casual. Muchos animales cooperan, como las hienas o los grajos, "pero la mayoría no interioriza este conocimiento para lograrlo", concluye Plotnik.
Los paquidermos, en este caso elefantes asiáticos, tenían que trabajar en equipo para conseguir una recompensa en forma de comida. Así, tenían que tirar de forma coordinada de los extremos de dos cuerdas con sus trompas para obtener su premio.
El trabajo demuestra que cuando uno de los paquidermos se retrasaba, su compañero lo esperaba hasta que tiraban juntos de la cuerda. Porque era la única manera de comer.
"No solo aprendieron que necesitaban un compañero para conseguir la comida, sino que también necesitaban que actuara para lograrla", explica Joshua Plotnik, autor principal del estudio e investigador de la Universidad de Cambridge.
Pero más allá de esperarse, o de tirar de forma coordinada de las cuerdas, los paquidermos descubrieron distintas estrategias para conseguir la comida: uno de los ejemplares, un macho de cinco años, advirtió que si pisaba la soga y su compañero tiraba, los dos recibían el premio.
Esta investigación demuestra que estos mamíferos son mucho más inteligentes de lo que se pensaba, e incluso revela que han desarrollado comportamientos típicos de primates como los chimpancés y bonobos.
Este nivel de cooperación "es comparable al de los chimpancés en algunas ocasiones", afirma Plotnik. Por ahora, "estamos entusiasmados con los resultados, pero tenemos que seguir investigando para comprender mejor su inteligencia", añade.
Sobre todo porque los investigadores no saben si la cooperación fue intencionada o si los paquidermos habían actuado de forma casual. Muchos animales cooperan, como las hienas o los grajos, "pero la mayoría no interioriza este conocimiento para lograrlo", concluye Plotnik.
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