En julio leíamos una buena noticia: la población de oso pardo en la Cordillera Cantábrica continuaba ascendiendo en relación a otros años. Sin embargo, se destacaba también la necesidad de conseguir la conexión de los miembros de las poblaciones occidental y oriental (entre las provincia de Palencia y la Comunidad cántabra) para poder asegurar la supervivencia de la especie.
Al fin un oso pardo ha conseguido lo que parecía imposible.
Desde su refugio en la llamada población occidental, el animal recorrió unos 50 kilómetros, sorteando la carretera nacional N-630, la autopista del Huerna y la vía férrea de Pajares, y consiguió conectar con la población oriental, compuesta por apenas 30 ejemplares. Hasta aquí, una hazaña meritoria, pero ya lograda por tres individuos con anterioridad.
Sin embargo, este oso consiguió lo que no sus predecesores: tras haber superado la maraña de infraestructuras, el oso burló a los machos dominantes del grupo y copuló con una hembra.
Todo un valiente. Todo un seductor.
Un oso aislado transita por la cordillera cantábrica (Foto: FOP).
Un equipo de biólogos de la Universidad de Oviedo ha certificado el contacto. El análisis de dos muestras de heces recogidas el 18 de noviembre de 2008 en la cuenca alta del río Nalón ha revelado que pertenecían a dos oseznos, hijos de una madre oriental y un padre occidental. El esperado intercambio genético ya es real.
La noticia del intercambio genético no es buena, es excelente. Pero desde luego no hay que bajar la guardia, por lo que se continua adelante con la creación del pasillo verde, apoyado por el Ministerio de Medio Ambiente, que pretende conectar las dos poblaciones, un proyecto, dirigido por la Fundación Oso Pardo, cuyos resultados llegarán, si todo va bien, en una década.
Al fin un oso pardo ha conseguido lo que parecía imposible.
Desde su refugio en la llamada población occidental, el animal recorrió unos 50 kilómetros, sorteando la carretera nacional N-630, la autopista del Huerna y la vía férrea de Pajares, y consiguió conectar con la población oriental, compuesta por apenas 30 ejemplares. Hasta aquí, una hazaña meritoria, pero ya lograda por tres individuos con anterioridad.
Sin embargo, este oso consiguió lo que no sus predecesores: tras haber superado la maraña de infraestructuras, el oso burló a los machos dominantes del grupo y copuló con una hembra.
Todo un valiente. Todo un seductor.
Un oso aislado transita por la cordillera cantábrica (Foto: FOP).Un equipo de biólogos de la Universidad de Oviedo ha certificado el contacto. El análisis de dos muestras de heces recogidas el 18 de noviembre de 2008 en la cuenca alta del río Nalón ha revelado que pertenecían a dos oseznos, hijos de una madre oriental y un padre occidental. El esperado intercambio genético ya es real.
La noticia del intercambio genético no es buena, es excelente. Pero desde luego no hay que bajar la guardia, por lo que se continua adelante con la creación del pasillo verde, apoyado por el Ministerio de Medio Ambiente, que pretende conectar las dos poblaciones, un proyecto, dirigido por la Fundación Oso Pardo, cuyos resultados llegarán, si todo va bien, en una década.
Puedes leer la noticia completa, en su medio de procedencia.
2 comentarios:
Seguro que hay algún oso muy espabilado que hace autostop para cruzar al otro lado je je je. Saludos.
Ralph: Pues oye, viendo como está el panorama puede que no sólo sea una buena opción sino tal vez la única que les queda jeje
Un besote.
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